Si tienes un alumno autista en el aula este ciclo escolar, puede que no sepas por dónde empezar. En este artículo, te ofrecemos algunas estrategias y consejos para apoyarlo de la mejor manera.
Recomendaciones para docentes
Por: Mirelle Vergara
Tabla de Contenidos
1. Lo primero que necesitas saber es que no estás solo.
El peor enemigo de la docencia, no es la sociedad, es la soledad.
Los docentes necesitan ayuda, no lo saben todo, no lo dominan todo, pero muchas veces reman barcos solos. Tal parece que, en el mundo de la docencia por debajo de la mesa, se cocina el egoísmo, la competencia, la malicia, la envidia y la indiferencia, dando como resultado la soledad, forzándonos a desconectarnos de las emociones propias y de los demás, impidiéndonos amar, comprender y empatizar.
Hoy quiero conectar contigo a través de estas líneas, y decirte que no estás solo, aquí está mi mano para orientarte, para remar en un océano en el que no has navegado nunca.
Tu barco lleva pasajeros, cada año, cada ciclo, suben y bajan pasajeros, algunos más chiquitos, algunos más grandes, algunos suben pocos, algunos suben a muchos, pero siempre diferentes.
Elegiste una profesión que muchas veces te toca dirigir de manera solitaria, un barco con pasajeros, en donde en navegas océanos de desconocimiento de información, y sí, el autismo a veces puede parecer un océano en calma, tranquilo y pacífico y otras veces cambiar drásticamente por el clima, tornándose inestable.
2. Lo segundo que necesitas saber es que el autismo es una condición de vida invisible a los ojos,
es decir, no hay rasgos físicos que denoten a primera vista que un chico es autista, te das cuenta que son diferentes cuando observas y pasas tiempo con ellos. No es una enfermedad, así que por lo tanto no hay cura, es una forma de procesamiento diferente, un pensamiento neurodivergente; se nace, se vive y se muere autista, y se habla de discapacidad, porque la palabra discapacidad, proviene del léxico dis que significa dificultad, los chicos autistas, presentan dificultades en el desarrollo de las habilidades sociales y comunicativas, comportamientos a veces inflexibles, intereses restrictivos y dificultades para procesar los estímulos sensoriales.
3. El 80% es conexión,
el éxito de tu navegación será por lo conectado que se sienta tu alumno contigo. Resulta que no importa cuántos objetivos tengas, ni cuantas metas trazadas tengas al inicio del ciclo, si tu alumno no se siente vinculado, conectado contigo, no abra forma de que te trabaje.
4. No hay fórmula mágica
para el trabajo con un alumno autista, los alumnos autistas son como las huellas dactilares, cada uno es diferente, con sus propias características, no hay alumnos iguales; lo que me funciona con uno, puede que el siguiente año no me funcione con el otro, es un trabajo de ensayo, prueba y error, hasta que encontrar la mejor forma de trabajo.
5. Necesito que veas al pirata, y no al alumno discapacitado.
En YouTube puedes encontrar un video que se llama Bill el Pirata en la Isla de la Compasión, y en Google directamente desde la página de Amasperger puedes encontrar de descarga gratuita el cuento escrito por Leonardo Caracol Farfán, escritor chileno autista que invita a reflexionar sobre la discapacidad y a ver más allá de las diferencias y de las dificultades, de lo “que les falta o no saben hacer” y ver lo que si pueden hacer. Cuando te digo que necesito que veas al pirata, es porque necesito que veas en tu alumno la capacidad que tiene, lo que, si puede hacer, sus habilidades, su potencial.
6. La inclusión no es algo que se da de manera automática o porque una escuela diga que es incluyente.
Incluir va más allá de recibir y aceptar alumnos a la escuela. Es comprometerse, involucrarlos, darles un papel, es implicarlos en actividades en las que formen parte, es conocerlos, buscar juntos áreas de oportunidad, fortalezas, habilidades y aceptarlos.
La inclusión es un proceso que nos corresponde a todos, en donde necesitamos involucrar a todos los padres, pero especialmente a los padres de mi alumno, y por su puesto a mis alumnos.
La inclusión y la empatía es un músculo invisible a ejercitar, en donde una parte me corresponde a mí. Yo tengo una responsabilidad este ciclo escolar, y esa responsabilidad es mi alumno.
Te propongo algo, a ese alumno autista que tienes, cámbiale el nombre, y ponle el nombre de tu hijo, de tu sobrino, de tu hermano, ¿listo?
Ahora, ¿no te gustaría que el docente a cargo, agotase todos sus recursos para que tu hijo, sobrino se sintiese parte de? que quizá reconozca que no lo sabe todo, pero que quiere aprender, qué le diera la oportunidad, que lo aceptara ¿Y por qué no lo intentamos?
7. El camino es empezar por hacer visible la condición de mi alumno autista.
No se trata de etiquetar, se trata de hacer visible su condición y sus dificultades y los ajustes razonables que necesita y requiere para poder ser comprendido de mejor manera.
8. Genera oportunidades, para normalizar el tema,
que forme parte de la conversación con nuestros padres, con nuestros alumnos, con nuestros compañeros de trabajo. No como una carga, sino como una oportunidad de aprender, de ser mejor personas, una oportunidad para ayudar y para desarrollar más valores.
9. Para ello necesito que involucres a sus padres y a sus terapeutas.
Pídeles que hagan un listado de características propias de su hijo/paciente y los ajustes razonables que necesita en el aula, para que puedas tener un mejor entendimiento, comprensión y aceptación de su diagnóstico. Nunca infravalores la capacidad que tiene un padre/madre para participar activamente en la parte pedagógica.
10. Regala a tu alumno una estructura visual
cuando llegue a tu aula, es decir, una secuencia de actividades a realizar durante el día a día. El ocupar apoyo visual en una secuencia de eventos como las historias sociales y las agendas visuales, se comprenden mejor, reducen su ansiedad, le dan tranquilidad, ordenan su mundo y evita conductas inadecuadas.
11. Encuentra un código de comunicación. }
Si tu alumno aún no se expresa de manera verbal, te recomiendo leer un poco sobre los SAAC, (son sistemas aumentativos y alternativos de comunicación) que pueden auxiliarte, hasta encontrar un código de comunicación entre tú y tu alumno. Recuerda, que no hable, no significa que no se comunique, aun llorar, es una forma de comunicar algo.
12. Investiga cuál es su híperfoco.
Es decir que le apasiona, que le gusta. Cuáles son sus principales intereses restrictivos. ¿Tiene un personaje animado favorito?
A partir de saber que le apasiona y le interesa, podemos adaptar tareas, trabajos. Investiga cuáles son sus fortalezas. Por ejemplo, si le gusta amongus, dependiendo el grado, podemos buscar actividades de lectoescritura, o actividades de procesos matemáticos de amongus y lograr trabajar a partir de sus intereses restrictivos y de sus fortalezas y establecer los apoyos necesarios para que pueda progresar.
13. Enséñele a verbalizar sus emociones.
Estoy triste, estoy enojado, estoy contento. También es importante exagerar los gestos, a los chicos autistas, a veces se les dificulta comprender las emociones. Por ejemplo, si en algún momento llega a pegar, exagerar el dolor y los gestos, y verbalizarlo, “me duele, me duele, estoy triste”. Eso podrá darle un panorama de lo que hizo.
14. Explícale el porqué de las cosas,
no solo le digas ¡no hagas eso!, más bien, explica “eso no se hace nunca, porque te puedes cortar una mano”, adicional puedes ampliar tu explicación con una secuencia visual, o con dibujos. Las imágenes se procesan mejor en el cerebro, que las palabras. Entran más rápido.
15. Delimita su espacio visual para proporcionarle un espacio seguro,
es decir marcar su banca y su silla con su nombre y su personaje favorito y sugiere a los padres marcar las pertenencias visualmente de tu alumno con etiquetas, ¿recuerdas a Andy de Toy Story cuando marco a Woody? Significa esto me pertenece, aquí puedo estar, este barco es seguro.
16. Horarios de adaptación paulatinamente.
el ingresar a un nuevo espacio, con nuevos compañeros, y muchos estímulos sensoriales puede ser una situación abrumadora, por lo que te sugiero dos cosas:
El primer día de clases, solicita que su ingreso sea media hora más tarde, posterior al de los demás compañeros, y su salida sea media hora antes. Los estímulos auditivos de un primer día como los gritos, las emociones desbordadas de los nuevos niños, las presentaciones, pueden procesarse como dolor en su cerebro y por lo tanto provocar una sobre-estimulación y detonar en una conducta inapropiada. Y segundo, trata de mediar sus horarios de adaptación paulatinamente, eso significa que se hará lentamente, en lo que lo conoces y conectas con tu alumno, y en lo que tu alumno conoce su entorno, sus compañeros, y halla un espacio seguro.
17. Adapta la cantidad de tareas tanto para el trabajo en el aula como para casa.
Proponga al alumno un número de tareas inferior o diferentes al que usted considera adecuado para el resto de los alumnos. Es importante recordar que su procesamiento es diferente. No es hacer que avance al ritmo de los demás, porque esto puede generarle frustración (tanto para usted como para el chico), y no se trata de barrer su discapacidad, ni erradicar los retos, es aceptarlos, identificarlos y utilizarlos como información para establecer los apoyos necesarios para que progrese a su ritmo y capacidades.
18. Destina un lugar dentro o fuera del salón para retirarse cuando se sienta sobreestimulado.
Es decir, habilitar una zona segura para que tu alumno pueda escapar o recuperarse de una sobrecarga sensorial (Zona de calma).
19. Recuerda separar la conducta, de la persona.
Tu alumno a veces puede sentirse sobrestimulado y tener una respuesta intensa a esas situaciones abrumadoras y perder el control en su comportamiento, (eso puede expresarse de manera verbal o física, o ambas).
Una cosa es su falta de control en su conducta, y otra la persona. Tu alumno puede gritar, morder, llorar incontrolablemente, e incluso tener algún tipo de agresión, patear, golpear, atacar o romper objetos. Pero su conducta no tiene nada que ver con su persona, él no es malo, ni agresivo, ni perverso, por hacer eso; una cosa es su conducta, y otra la persona. Tu alumno no es malo por tener una conducta así, él está reaccionando a una situación, está comunicando algo, pero no es malo, separa, lo que está haciendo está mal, y eso no lo vamos a permitir, porque con esa conducta, está rompiendo algo, o mordiendo a alguien, pero él no es malo; lo que hay que trabajar es enseñarle a autoregularse o canalizar de otra forma esa respuesta intensa a esa situación abrumadora.
Hay que cambiar el chip, de lo que la sociedad les grita todo el día, separar la conducta, de la persona. Rescata a la persona.
20. Habla con tu grupo.
Este ciclo escolar tenemos la enorme oportunidad de aprender y convivir con un compañero neurodivergente. ¿Eso qué significa? ¿Qué condición tiene su compañero? ¿Qué suele molestarle? Su compañero presenta algunas dificultades y requiere ciertos ajustes, pero necesito de su apoyo. ¿Por qué y para qué se le permite a su compañero(a) hacer ciertas cosas o no se le permiten otras?
¿Cómo podemos ayudarlo? ¿Cómo podemos hacerlo sentir parte de? ¿Ustedes se han sentido solos, les gusta? ¿Cómo creen que se sienta cuando lo dejamos solo?
¿Cómo podemos apoyarlo de manera que se sienta parte del grupo, se sienta incluido?
Hay material que puede auxiliarte, pide ayuda. En google puedes encontrar de descarga “El libro de aceptación del Autismo. Ser amigo de alguien con Autismo. De Ellen Sabin
No estás solo, habemos muchas personas que seguimos navegando nuevos océanos, seguimos aprendiendo, pero entre capitanes, no nos abandonamos, nos dedicamos a salvar vidas, aquí tienes un espacio para aprender, para preguntar, para acompañarte en este proceso de ser docente de un alumno autista.
Te abrazo fuerte.
Mirelle Vergara
(Reseña inferior del articulo)
Mirelle Palafox Vergara es Psicóloga, madre de tres chicos diagnosticados (uno dentro del Espectro Autista) psicoterapeuta de padres de chicos con autismo y conferencista. Dirige grupos de acompañamiento de manera presencial y en línea para padres, terapeutas y docentes, así como una página en Facebook con más de 140,000 seguidores.
*Nota del Editor:* Es importante destacar que el contenido de este artículo refleja únicamente las experiencias y perspectivas de un grupo específico de personas autistas y sus familias. No pretende abarcar la diversidad de realidades y vivencias que existen dentro de la comunidad autista. Cada individuo tiene su propia historia, y las circunstancias pueden variar considerablemente. Invitamos a los lectores a considerar esta diversidad y a fomentar un diálogo abierto y respetuoso sobre las experiencias de todos los autistas y sus familias.
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